lunes, 17 de agosto de 2009

MATEO 19, 23-30”

¿Quién puede salvarse?-

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -Os aseguro que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Lo repito: Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios. Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: -Entonces, ¿quién puede salvarse?-

Continuando con el fragmento anterior de este evangelio, ciertamente nos queda una sensación de que Jesús quedó triste y decepcionado del joven rico, porque en principio pareció que venia con buenas intenciones, sin embargo en cuanto Jesús le propuso que: “Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres –así tendrás un tesoro en el cielo- y luego vente conmigo, el joven no acepto lo recomendado por Jesús y se fue triste, porque era rico. Entonces el Señor les dice a sus discípulos: -Os aseguro que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Lo repito: Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.

Este enunciado de Jesús, no es para entenderlo literalmente, es un proverbio o una expresión hiperbólica, es decir exagerada y en aquel tiempo muy popular, con lo cual quiere dar a entender lo difícil de ciertas cosas, como por ejemplo la grave dificultad que ofrecen las riquezas para la salvación.

El significado de estas palabras no es que los ricos no puedan salvarse, sino que los ricos que ponen su confianza en el dinero difícilmente se salvarán, ya que esa afición desordenada los impulsará a cometer injusticias y actitudes reprobables en franca oposición con los principios de la salvación

Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?

Jesús se les quedó mirando y les dijo: -Para los hombres es imposible; pero Dios lo puede todo.- Entonces le dijo Pedro: -Pues nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?-

Como ya sabemos, los apóstoles era pobres, y todo lo que tenían que no era mucho, lo habían dejado por seguir a Jesús, por eso le dicen: -Pues nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?

¿Qué esta diciendo Pedro, que abandonaron todo por recibir algo a cambio?, Si es así, aún no había entendido el porque seguir al Señor. Sin embargo Jesús les responde cual va a ser su premio: -Os aseguro: cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para regir a las doce tribus de Israel.

Jesús, comprensivo con sus discípulos, él los conoce bien, se fija en el detalle que lo dejaron todo para seguirlo y a consecuencia de ese seguimiento, alcanzaran el premio. El dejar las riquezas no es más que una condición para seguir al Maestro; la perfección consiste en seguirlo.

Recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.

El que por mi deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Muchos primeros serán últimos y muchos últimos serán primeros.-

El Señor nos motiva a pensar, que lo importante no es comenzar antes, lo importante es seguirlo de verdad y sin poner condiciones, además es perseverar, permanecer y mantenerse en una vida de buenas virtudes.

Pero hay algo importante que meditar, en aquel tiempo, habían muchos que se creían los primeros en el derecho de ingreso, como por ejemplo los fariseos, lo mismo pasa en nuestras comunidades cristianas, por tanto no deja de ser un aviso “moralizante” contra la jactancia de los cristianos que así lo piensen, olvidándose de los demás.

Jesús nos enseña que los que son llamados primeros, no tienen porque merecer más que los últimos, no es el momento en que fueron llamados lo que cuenta, sino la generosidad de la respuesta lo que nos va a acercar a Dios y así heredar la vida eterna.

De corazón

Pedro Sergio

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