lunes, 10 de agosto de 2009

MATEO 18, 1-5. 10. 12-14

¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?

En aquel momento se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: ¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos? Él llamó a un niño, le puso en medio de ellos y dijo: Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Así pues, quien se humille como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos.

Los discípulos buscan un respuesta de Jesús, ¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?, ¿Por qué hacen ellos esta pregunta?, ¿Acaso aún no habían entendido las enseñanzas de Jesús?. El Señor toma un niño y lo pone en medio de ellos para hacerles una enseñanza, para que entiendan la comparación. ¿Por qué?. Los niños son mas inocentes, no están contaminados de ambiciones, también los niños representan a los pobres, porque no tienen importancia en la sociedad. Al final nos agrega algo muy importante: “No es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños.”

Y el Señor nos hace una gran advertencia: “Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños”, es decir, tenemos que cambiar de actitud, tenemos que suprimir de nuestro corazón toda envidia y ambición que lleve a desear puesto de honor.

A Dios, poco le importa el rango o el puesto que ocupemos en la comunidad, el mas humilde, será grande ante El.

Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe

“Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe. Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos.”

Nuestro Señor Jesucristo, se nos identifica con los pequeños, con los marginados, no olvidemos, que el que acoge al indefenso, al humillado, al marginado, esto es, todo lo que hacemos por un hermano los hacemos también por Cristo.

De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños.

¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada? Y si llega a encontrarla, os digo de verdad que tiene más alegría por ella que por las noventa y nueve no descarriadas.

Que gran amor tiene el Señor por todos, quiere a todo su rebaño por igual, por esa razón El no quiere que se pierda ni una sola oveja de su rebaño, hasta ir en busca de una que se extraviase, con esto me demuestra que El quiere la salvación de todos, somos sus hijos, somos su creación.

Y Jesús nos afirma que: De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños. ¿Cuáles pequeños?, ¿A quien se refiere?, por cierto, a los sencillos, los humildes, los que no tienen gran notoriedad.

¿Qué me pide el Señor?. Aún siendo grande su poder, el quiere que participemos también en ayudar a salvar a quienes se vayan por un camino erróneo, por que muchos de nuestros hermanos equivocan y optan por el mal camino y se pierden y caen en falta. Justamente a ellos debemos prestar nuestra ayuda

Pero además, si el Señor tiene tanto interés es nuestra salvación personal, también nosotros debemos poner el mismo interés en nuestra propia salvación alejándonos de la faltas y no extraviándonos por un camino de perdición y lejos de la gracia.

De Corazón

Pedro Sergio

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