sábado, 29 de agosto de 2009

MARCOS 6, 17-29

Herodes, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado. Porque Juan decía a Herodes: "No te es lícito tener a la mujer de tu hermano". Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía, porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía.

El profeta no puede callar lo que le ha sido revelado con el propósito de darlo a conocer a otros
El coraje, es la característica inconfundible de todo auténtico profeta. En efecto, el profeta no puede callar lo que le ha sido revelado con el propósito de darlo a conocer a otros. Justamente este valor de decir la verdad y no ocultar los hechos que ofenden a Dios, es lo que llevara a Juan Bautista por el camino del martirio.

¿Somos capaces de enfrentar a los poderosos que tienen la actitud de Herodes como lo hizo Juan Bautista?, quizá para algunos sea un coraje misterioso, pero no cabe duda que una franqueza que sólo Dios puede dar a quien se le somete y acepta la misión que le da.

Este fragmento del Evangelio donde se nos relata el martirio de Juan el Bautista, está instalado en el camino de Jesús hacia Jerusalén, aquí no sólo se ultima la vida del Bautista, además es preámbulo del martirio de Jesús. Este relato nos viene a descubrir cómo este gran profeta pone término a su vida por los mismos motivos que morirá Jesús.

Este relato, es una invitación a profundizar sobre el don de la profecía, en particular sobre la figura del profeta.

¿Somos nosotros profetas, nos sentimos iluminados y elegidos para llevar la Palabra de Dios?, ¿Cuál es religiosamente nuestra ocupación en el pueblo de Dios? ¿Cuáles son las opciones que nos caben para llevar las Buenas Noticias del reino?, ¿De qué modo podemos ser testigos de una presencia superior, como portavoz de una Palabra divina?

Como cristianos, siempre estaremos expuestos a cierto Herodes por ser profetas, pero proyectaremos la Palabra de Dios, que es profética, porque impulsa el bien, a la justicia y al amor.

Todo cristiano seguidor de Cristo debe asumir como profeta y hablar en nombre de Jesús, transmitir su mensaje, que por ser de justicia, amor, paz, libertad, se oponen al poder de los Herodes de hoy, de los poderes de hoy, de las ambiciones, por ello, nos criticarán, nos juzgarán, nos condenarán, y dirán muchas cosas de nosotros, y se preguntaran como Herodes, ¿quién es éste del que oigo decir semejantes cosas?".

Oración

Señor, Dios nuestro, tú has querido que san Juan Bautista fuese el precursor del nacimiento y de la muerte de tu Hijo; concédenos, por su intercesión, que, así como él murió mártir de la verdad y la justicia, luchemos nosotros valerosamente por la confesión de nuestra fe. Por nuestro Señor Jesucristo.

De Corazón

Pedro Sergio

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